Luis Bassat ha conseguido conceptualizar sus conocimientos y siempre ha estado comprometido con su transmisión, mediante libros, conferencias y seminarios. En esta sección Luis comparte los que han sido sus principios a la hora de crear publicidad.
Transmisión de conocimiento
Existen 20 caminos creativos básicos, que pueden combinarse entre sí haciendo que la creación publicitaria sea infinita. Algunos usan básicamente la razón, otros apelan al impacto emocional y a la sensibilidad, y un tercer grupo usa la inteligencia y la complicidad del espectador para fomentar la proactividad. Conocerlos, practicarlos y analizar a dónde nos lleva cada uno de ellos en cada caso concreto, es la manera más eficaz de afrontar la creatividad publicitaria.
Origen, historia del producto o la marca
Es uno de los recursos más utilizados en publicidad y consiste en mostrar el origen o proceso de elaboración de un producto para convencer al consumidor de que supone una ventaja real para él y conferirle confianza. Una variante es contar la historia y construcción de la marca a lo largo del tiempo.
Problema – Solución
Tan antiguo como la publicidad misma. Es el más adecuado si realmente existe un problema y el producto ofrece una verdadera solución. Algunas de sus variantes son mostrar un problema no solucionado por no utilizar el producto, o mostrar problemas que el producto no puede resolver pero puede hacer más llevaderos.
Demostración
Es la prueba visual de que el producto funciona, lo cual es básico para convencer y vender. Permite resaltar las ventajas racionales: características, funcionamiento, aplicaciones prácticas. Puede tener dos enfoques: positivo, mostrando lo que el producto hace, o negativo, mostrando lo que puede evitar.
Comparación
Anticipa el proceso comparativo que inevitablemente efectuará el consumidor, sobre todo cuando compra un producto de valor. La comparación puede ser con la competencia directa en general, con la marca líder del mercado, con la competencia indirecta o con un modelo anterior del mismo producto.
Trozos de vida
Consiste en explicar historias extraídas de la vida cotidiana alrededor del producto, en las que el consumidor pueda verse reflejado, despertando su empatía. La dificultad está en conseguir que esos “trozos de vida” que se reflejan no sean forzados y no parezcan, sencillamente, “trozos de anuncios”.
Música
Comunica sensaciones, estados de ánimo, incluso clase o estilo. Permite segmentar al público objetivo sin necesidad de explicitarlo con imágenes o palabras, de modo que el resto de la audiencia no se sienta automáticamente excluida. Una música bien empleada puede llegar a convertirse en superventas.